La maniquí canadiense es fanática de las selfies de alta temperatura. Si no lo cree, es cosa de tasar un rato sus redes sociales, donde a diario sube publicaciones que dejan a sus seguidores pidiendo agüita.
Y cómo no, si además de no ser vergonzosa, la cabra cacha que tiene una figura hechita a mano. Eso sí, no le gusta dejar ver mucho su carita en las instantáneas.